15 de noviembre de 2008

EL VIEJO LOCO


"Hoy el viejo loco cumple 102 años. Su cabeza ya no es lo que era. Pero su pene sí.
(...)
El viejo loco ha ido a la puerta del instituto, como cada día laborable. Son las 14:03 horas y los niños y las niñas empiezan a salir del edificio.
Ahí está ella: Clara. Es nueva en el instituto. Llegó hace unos 15 días.
Clara es la niña más bonita que el viejo loco ha visto en su vida, ¡y el viejo loco ha visto muchas niñas bonitas! Su pelo es largo y amarillo y sus ojos grandes y verdes. Tiene alrededor de 15 años y viste como si tuviera unos 24; enormes escotes que dejan ver sus redondas tetas, minúsculas faldas que marcan su culo respingón...
El viejo loco se pregunta si esa niña ha pasado por alguna operación de cirugía estética.
Clara está sonriendo mientras habla con sus amigas. Lo mejor es su sonrisa. Tiene unos dientes perfectos, grandes y blancos, y los colmillos más puntiagudos de lo normal. Esos colmillos y el brillo en los ojos hacen que tenga la sonrisa más pícara y más bonita que pueda tener una niña.

Clara se ha dado cuenta de que el viejo loco le está observando. Otra vez. Acelera el paso y baja la mirada. Parece asustada. Es normal.
El viejo loco siempre la persigue mientras le dice “Clara, ¿quieres casarte conmigo?”. Y siempre pasa igual. Cuando Clara llega a su edificio su padre le espera en el patio y asusta al viejo loco. Suben a casa y el viejo loco se queda en la calle, mirando la fachada de la finca, gritando “¡Clara! ¡Clara! ¡Clara!” hasta que aparece la policía y se lo lleva.
-No vuelva a hacerlo.-dice un agente.
-Debería darle vergüenza.
-Pobre viejo loco…- y dejan al viejo loco en su casa.
Y al día siguiente lo mismo.

Todos creen que el viejo loco es un pervertido, pero no lo es. Él nunca tocaría a una niña. Sólo admira esa infinita belleza que tienen las mujeres en su juventud. Y sólo quiere casarse con Clara porque le gustaría pasar cada rato de lo poco que le queda de vida observándola.
(…)
Hoy el viejo loco cumple 102 años. Y como es su cumpleaños, el viejo loco va a pedirle a Clara que le toque el pene."

Extracto de Buena polla nunca muere, de Marv

13 de noviembre de 2008

EL MALTRATADOR Y LA MUJER FATAL

"Hoy en el metro he visto dos enormes carteles. La cara de una mujer en uno y la de un hombre en otro. "No me pongas la mano encima jamás" decía el de la mujer. "Cuando tocas a una mujer dejas de ser un hombre", decía el del hombre.
(...)
Estoy seguro de que Lola me engaña. Siempre me lo dice. Sabe que me toca los cojones y siempre me lo dice.
El otro día estaba borracha.
Yo venía de ver a mi madre. Está en el hospital. En las últimas.
Estaba borracha y se reía, y me empujaba, y me repetía una y otra vez lo grande que es la polla de ese hijo de puta de Marcos. ¿Quién coño es Marcos? Me la suda...
(...)
El otro día, mientras limpiaba el cuarto (Lola no hace más que rascarse el coño todo el día y si no limpiara yo la casa tendría más mierda que el rabo de una vaca), encontré un viejo cuchillo que utilizaba para destripar a las presas cuando iba a cazar con Paco.

La próxima vez que me diga que me engaña pienso rajarle la boca. Me da igual que me encierren, y que me tomen por un maltratador. Sé que no soy un maltratador. Es esa mala mujer. "

Extracto de LA MUJER FATAL Y EL MALTRATADOR, de Marc

12 de noviembre de 2008

EL SER HUMANO



"Desarraigado.

Sin una salida.

Mi única opción es buscar unas raíces. Buscar una salida.

No sé si me da más miedo o más pereza.
Creo que voy a ver la tele un rato."


Extracto de El ser Humano, de Marv

11 de noviembre de 2008

EXISTENCIALISMO


"“Arrojados al mundo”: EXISTENCIALISMO

“ Como Sísifo condenado a subir eternamente su piedra, así estamos los hombres, condenados a la libertad de construirnos a nosotros mismos a cada instante."

Las fuentes de las que brota la temática EXISTENCIALISTA se encuentran en Kierkegaard, Nietzsche y el vitalismo así como la fenomenología de Edmund Husserl:


1. Definición de la existencia como modo de ser propio del hombre.

En clara deuda con el pensamiento de Kierkegaard, para los existencialistas lo que propiamente existe es el hombre, no las cosas, que toman su ser en él o a través de él.El hombre no tiene una esencia que le determine a ser o a comportarse de una manera concreta, sino que él mismo es su propio hacerse, su propio existir. Existir es sinónimo de hombre (el Dasein de Heidegger o el “para-sí” de Sartre). Esto significa que el hombre es libertad y conciencia. Libertad porque el hombre es un modo de ser que nunca es dado de antemano (el Dasein o ser-ahí es un poder-ser que tiene constantemente que ejercitarse) ni tampoco es puesto por algo o alguien. Conciencia porque la existencia es lo que nunca es objeto, sino aquello a partir de lo cual me refiero a lo otro que no soy yo y con lo que me relaciono, además de conmigo mismo (autoconciencia).
Para Sartre y Lavelle la existencia precede a la esencia, y la hace posible, ya que si no existo no puedo conquistar mi esencia ni dármela a través de actos absolutamente dependientes de mí. Heidegger, sin embargo, no acepta este primado de la existencia sobre la esencia, sino que identifica a ambas: el ser (esencia) del Dasein consiste en su existencia (existenz).


2. Individualismo y particularismo.

Lo primario es lo singular y concreto, la existencia humana, pero no en su generalidad, sino en la particularidad de “esta” existencia humana o “aquella otra”. El yo no es el momento de una Razón absoluta o universal, como afirmaba Hegel.

3.Las cosas no existen, “son”.

Es desde la existencia humana desde donde se establece el valor y sentido de todo lo real. El objeto al que se dirige la conciencia no existe. Es un “ser-en-sí” (Sartre), caracterizado por la plenitud de coincidencia, la impenetrabilidad y opacidad. Su ausencia de relación rehuye la temporalidad y entra en tensión con la conciencia, “ser-para-sí”. Ésta desea ser, a la vez, en-sí y para-sí, lo cual equivaldría a ser Dios, algo imposible de realizar (ateísmo).


4.Utilización de la fenomenología como método.

Los existencialistas parten del análisis husserliano de la conciencia, a la que conciben como pura intencionalidad. Toda conciencia es siempre un dirigirse hacia algo; es conciencia de, y por eso se proyecta hacia fuera, hacia el objeto o “ser-en-sí”.
La conciencia es “un poder de ser lo que no se es y de no ser lo que se es”, una intencionalidad que introduce la nada dentro de ella: cuando conoce al objeto, se diferencia y separa de él (enajenación). Si se intenta conocer a sí misma (autoconciencia) debe convertirse en lo que no es (objeto), creando la nada, siendo nada.
La fenomenología se constituye no sólo en un método de análisis de la conciencia, sino en una ontología (Heidegger) que permite desocultar el sentido del ser: aquello que se manifiesta (fenómeno) ante la existencia humana (Dasein).

“Vivimos como si al nacer apestara ya a muerte“
Artaud


5.Existir es estar en el mundo.

El ser del hombre es un ser-en-el-mundo (in-der-Welt-sein). Pero “mundo” no es un lugar, ni designa la naturaleza. No estamos “pasivamente” en el mundo, sino de manera activa y creadora, trascendiendo siempre hacia “lo otro” (el ser-en-sí) que no es la conciencia, hacia el “ser-en-sí” (el hombre, la conciencia), sin poder abrazarlo.
La existencia humana consiste en un continuo “quehacer” que tiene que vérselas con “las cosas”, “aquello que está a la mano”: enseres, útiles. Mundo es instrumento para que y en el que la conciencia se realiza, el conjunto de relaciones de “las cosas” entre sí y con el hombre. El Dasein crea mundo. La existencia es mundaneidad.


6.Posibilidad y elección.

El hombre es posibilidad abierta, libertad de hacerse esto y lo otro. Elección. Ahora bien, en la medida en que el hombre está arrojado al mundo, ha de contar con aquello que le es “dado”, las circunstancias (tratadas ampliamente por Ortega y Gasset) que limitan sus posibilidades y su libertad. La autenticidad consiste en no renunciar a la libertad bajo ninguna circunstancia: no dejarse caer entre las cosas como una más de ellas (facticidad).
El hombre no debe eludir su responsabilidad de obrar libremente, de lo contrario obrará de mala fe y llevará una existencia inauténtica.


7.La angustia, la naúsea, la vergüenza.

Los sentimientos, al igual que la razón desvelan nuestra existencia y nos ponen en contacto con ella, de manera más íntima y radical que la razón.
La angustia nace de un futuro indefinido, de la falta de esencia, de un horizonte cuajado de posibilidades al que el hombre debe enfrentarse sin ninguna garantía, asumiendo plenamente su libertad de “construirse a sí mismo a cada instante”.
La náusea de Sartre surge de la falta de propósito y finalidad del mundo y de los hombres. Todo está de más, tejiendo el mismo entramado de lo absurdo del mundo. Ningún teleologismo puede salvarnos porque la idea de finalidad es en sí misma producto de la mala fe: un autoengaño.
La vergüenza es el sentimiento mediante el cual constatamos que existen otros para-sí distintos al nuestro. En su presencia me convierto en un objeto (en-sí), y quedo cosificado y privado de mi libertad. El otro puede pensarme como quiera, anulando mi libertad de ser.


-El existencialismo, a través del análisis fenomenológico de la conciencia, abruma al hombre con una pesada carga de responsabilidad, pero también le muestra un camino individualmente creativo de hacerse a sí mismo, a pesar de lo dado y de toda circunstancia.”


Elena Diez



“¿Qué es preferible?: una felicidad vulgar o un sufrimiento elevado? Díganme: ¿qué vale más?.”

Memorias del subsuelo, de Dostoyevski